Micro y pequeños comerciantes detallistas en Costa Rica transforman la eficiencia energética en ventaja competitiva

La Cámara de Comerciantes Detallistas y el proyecto ACCIÓN Clima impulsan la eficiencia energética. ¿Cómo? Descúbralo a continuación:

Los equipos que serán sustituidos son cámaras de refrigerado en su mayoría. © Canacodea

Comercios detallistas, como bazares; pulperías y mini supermercados, apuestan por la eficiencia energética como ventaja competitiva mientras contribuyen a la mitigación del cambio climático.

Las personas propietarias atendieron el llamado de la cámara (Canacodea) y de ACCIÓN Clima de GIZ Costa Rica para modernizar sus equipos refrigerantes y aires acondicionados por modelos energéticamente eficientes, lo que permite abrir las puertas a una nueva era de competitividad en el mercado, impulsada por la sostenibilidad.

En un contexto donde la conciencia ambiental y la eficiencia energética son cada vez más valoradas, las y los empresarios están dando un paso al frente, reconociendo que la sostenibilidad no es solo una responsabilidad, sino también una oportunidad.

Al apostar por equipos más eficientes, no solo reducen su huella de carbono, sino que también ven una reducción significativa en sus facturas de electricidad, lo que se traduce en un impacto positivo a su bolsillo.

Pero más allá de los beneficios económicos directos, esta iniciativa está marcando un cambio cultural en el tejido empresarial costarricense. Al adoptar prácticas sostenibles, estos negocios no solo se adaptan a las demandas del mercado actual, sino que también construyen una reputación sólida como líderes de sus comunidades.

Esto no solo atrae a clientes más conscientes, sino que también fortalece las acciones locales en temáticas ambientales.

Dichos comercios también podrán acceder a oportunidades de financiamiento por parte de entidades financieras, así como apoyo por parte de ACCIÓN Clima en la compra de equipos.

Las y los propietarios de empresas detallistas de Costa Rica demuestran que la sostenibilidad como modelo de negocio es una realidad alcanzable que no solo lleva a la mitigación y adaptación al cambio climático, sino que también impulsa el éxito empresarial a largo plazo. En un momento crucial donde cada acción cuenta, estos emprendedores escriben el futuro del comercio minorista con tintes de esperanza y responsabilidad.